Almacén de productos perecederos, un reto en logística

Los productos perecederos necesitan un almacenamiento específico y de calidad, lo que puede significar un reto para la logística de un almacén; al tomar en cuenta ciertos aspectos fundamentales de esta tarea podemos mantener la calidad de la mercancía.

¿Qué es un producto perecedero?

Los productos perecederos son aquellos que, por sus características químicas y biológicas, pueden verse alterados después un tiempo determinado; para evitar estas modificaciones es necesario brindarles condiciones especiales que se consiguen ante los distintos procesos de logística: transporte, almacenamiento, conservación, etc. Uno de los ejemplos más comunes son los alimentos.

Almacenamiento ideal de los productos perecederos

Es importante tomar en cuenta algunos puntos relevantes para el almacenamiento de los productos perecederos, de este modo se mantiene su calidad y será posible realizar su distribución.

• Control de higiene: se trata del almacenamiento correcto de los productos, pero también del equipo de manutención que se utilice para transportar la mercancía. Cualquier elemento que se relacione con los productos perecederos tienen que estar desinfectados.
• Gestión FEFO (First Expires, First Out): este sistema tiene como finalidad poner atención a la caducidad de los productos y efectuar su distribución con base a este parámetro. Este proceso nos ayuda a evitar la merma o las entregas de mercancía en mal estado.
• Flujo de desechos: el almacén tiene que contar con áreas establecidas para la correcta eliminación de productos perecederos que se conviertan en merma, esto con la finalidad de no contaminar la mercancía nueva.

¿Cómo es la logística dentro de un almacén de productos perecederos?

A partir de estos tres puntos se busca que la logística del almacén funcione con la prioridad de mantener la calidad de los productos perecederos. Para cumplir con las normas de higiene y salubridad es importante que la mercancía cuente con el embalaje ideal para evitar su exposición ante contaminantes externos.

Esto también es ideal para evitar dañar o mermar los productos durante su traslado; el uso correcto de equipo de manutención juega un rol esencial, pues nos ayuda a mantener la calidad de la mercancía.

Por ejemplo, un montacargas o un apilador en condiciones óptimas puede hacer un traslado seguro y sin movimientos bruscos que afecten a los productos perecederos. En este factor se suma las condiciones del almacén, pues es recomendable contar con pavimentos y paredes en buen estado y que sean fáciles de limpiar.

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